Pulido de hélices ¡Gasta menos combustible!

Es inevitable que el rendimiento y la eficiencia del combustible de todo buque disminuya con el tiempo, debido al desgaste de sus motores o piezas hidráulicas. Existen varios factores que pueden acelerar dicho desgaste, siendo la rugosidad de la hélice un factor común y de importancia.

A medida que la propela cumple su trabajo de impulsar la embarcación hacia adelante, la hélice queda continuamente expuesta a diversos procesos submarinos bio-químicos que resultan dañinos. Entre los procesos más comunes podemos mencionar: biofouling (crecimiento marino), oxidación / corrosión, acción electrolítica, erosión por cavitación, entre otros.

¿De qué forma afecta a la hélice?

Esta exposición constante contribuye al aumento de la rugosidad (según la norma ISO 484 una hélice de fábrica debe tener entre 1.5 micras y 6 micras de rugosidad) de la superficie de la hélice, cada día que transcurre esta rugosidad aumenta, debido a los ya mencionados procesos bio-químicos.

¿Qué consecuencias acarrea este aumento de la rugosidad?

La rugosidad de la hélice tiene una relación directa con el rendimiento del buque y la eficiencia del combustible, de hecho, estadísticamente hablando, una hélice maltratada puede conllevar a una disminución de la velocidad y potencia del buque de hasta 7%, como también, puede aumentar considerablemente el consumo de combustible, lo que a fin de cuentas significa una significativa reducción en la competitividad de las empresas, así como también en la rentabilidad.

El aumento de la rugosidad de la hélice implica un aumento del área de la misma, lo que ocasiona un proporcional incremento de la fricción entre la superficie del agua y la superficie de la hélice, y por consiguiente exige una mayor potencia al motor, demandando a su vez un consumo acelerado de combustible (para lograr superar dicho aumento en la fricción), acelerando el deterioro del eje de transmisión y acortando su vida útil.

En Seven Seas, contamos con un personal técnico altamente capacitado y un cuerpo de buzos profesionales certificados y experimentados para llevar a cabo las tareas de pulido de hélices bajo el agua, teniendo siempre como objetivo lograr el acabado de más alta calidad posible siguiendo como referencia la Escala Rupert, y asegurando, además, mantener los valores de rugosidad entre los límites recomendados en la norma ISO 484.

En Seven Seas se emplea un sistema de pulido de alta velocidad, diseñado para discos de pulido de múltiples etapas. El proceso de pulido es simple y comprende el pulido de las cuchillas, pulido de las raíces de la cuchilla, limpieza y pulido de la protuberancia de la hélice y el cono; puede ser descrito en 3 etapas:

       I. Primero – Se pule la hélice usando un abrasivo de grado grueso, esto con la finalidad de eliminar todas las incrustaciones de algas, malas hierbas y conchas.

       II. Segundo – La hélice es sometida a un segundo proceso de pulido usando un abrasivo muy fino; este tiene la finalidad de eliminar erosiones y abolladuras en la superficie de la hélice. En esta etapa se pule la hélice cuidadosamente hasta alcanzar 2 micras de C.L.A., asegurando de esta manera una superficie lisa y sin imperfecciones.

       III. Tercera – En esta etapa dependiendo de la condición de la hélice, se emplea un tercer pulido usando una almohadilla especial, para lograr un C.L.A. de aproximadamente 1 micra, para obtener así una superficie tersa y suave.

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